Hemos hablado ya en otras ocasiones de qué es la ansiedad y cómo puede llegar a convertirse en un problema para el desarrollo de nuestra vida, acá puedes ver un video sobre los Síntomas Físicos de la Ansiedad. Sin embargo, si es la primera vez que te encuentras con nuestro blog quiero contarte de qué hablamos aquí cuando hablamos de ansiedad.
Lo primero que debes saber es que la ansiedad en niveles no adaptativos es una emoción que proviene de la excesiva aprensión, nerviosismo o preocupación que puedan llegar a causarnos la incertidumbre de los sucesos futuros. La ansiedad, en su normal proporción, funciona como un mecanismo de nuestra mente. ¿Para qué? Fundamentalmente para ayudarnos a sobrevivir. El temor y la preocupación hacen parte del paquete básico de supervivencia con el que nuestros antepasados estaban programados. Gracias al miedo y la preocupación planeábamos con anticipación lo que nos esperaba en “x” o “y” escenario. No obstante, para planear adecuadamente nuestro cerebro necesita información acertada. Pero sin información, la mente se distrae imaginando todos los escenarios posibles sin ningún control; es así como la preocupación inicial se convierte en pánico, frustración o ira.
Todos sentimos ansiedad en diferentes momentos de nuestra vida, muchas personas incluso agradecen sentirla porque gracias a ella se mantienen alerta y concentrados. Pero es muy probable que tú ya no estés en ese nivel de ansiedad. Si estas aquí, leyendo mi blog, es porque tal vez la ansiedad se ha salido de control. Puedes sentir diferentes niveles de ansiedad, y la intensidad de estos episodios, qué tanto se repitan y qué tanto distorsionan tu vida dependerá de qué tipo de ansiedad tengas. En mi cuenta de Instagram puedes encontrar un video en el que te explico cuáles son los tipos de ansiedad y qué puedes hacer para manejar sus episodios mientras buscas ayuda con un profesional de la salud mental.
Hoy hablaremos de un tema que afecta a muchísimas personas que batallan día a día con la ansiedad y que sin embargo no se sienten con la confianza suficiente para preguntar explícitamente por este síntoma en particular. ¿De qué estoy hablando? De la relación entre ansiedad y falta de deseo sexual.
Cuando la ansiedad llega a tu vida y comienza a ocupar diferentes espacios, los ocupa sin distinción y de manera constante y permanente. Si tu mente está completamente ocupada intentando batallar contra la ansiedad, toda tu atención se concentrará en esos aspectos de tu vida que te están causando incomodidad. Entonces no tendrás como dedicar tu atención a otros asuntos que son considerados no básicos, el sexo es uno de ellos.
Para algunas personas la ansiedad afecta el deseo sexual muy al inicio de los sintomas, tan así que creen que es su forma de ser.
Ahora, puede que tu ansiedad no sea causada específicamente por nada relacionado con tu sexualidad, pero una vez esta afecte esa área de tu vida, será difícil que logres volver a tu normalidad pre-ansiedad. Entonces ya no será solamente un problema de que la ansiedad te distrae tanto que no te deja pensar en tu vida sexual, sino que ahora tu vida sexual será una fuente más de preocupación extrema. A esa preocupación específica sobre tu desempeño sexual se le conoce con el nombre de Ansiedad de Ejecución, y la experimentan tanto hombres como mujeres, pero los hombres consultan mucho más que las mujeres por este tipo de ansiedad.
La Ansiedad de Ejecución no es un tipo de ansiedad que sea específico de las personas que sienten preocupación específica por su desempeño sexual. En general, este tipo de ansiedad es aplicada a cualquier persona que siente miedo o tensión extrema de desempeñar cualquier tarea bajo presión o frente a un público que no solo actúa como espectador sino como participante y juez. Es así como este tipo de ansiedad en realidad tiene que ver más con la idea de que se siente una necesidad extrema de impresionar a otros o ser el centro de atención.
Muchas personas que se dedican al mundo del espectáculo o son de alguna manera famosos sienten este tipo de ansiedad: deportistas, músicos, actores, etc. Pero también es el nombre que recibe cuando se trata de problemas relacionados con nuestro desempeño sexual. Este tipo de ansiedad, como todos los demás, es natural y tiene un lado positivo, cuando se experimenta en niveles considerados normales, le permite a nuestro cerebro concentrar toda su atención en la tarea en sí y preparar el cuerpo para soportar la presión.
La Ansiedad por Ejecución, puede afectar tanto a hombres como a mujeres y es una de las consultas que más presentan los hombres en el terreno psicosexual.
Pero si has experimentado la Ansiedad de Ejecución en niveles altos ya sabes que los síntomas no son nada alentadores. Porque además de sentir los usuales como:
- Palpitaciones
- Aumento del ritmo cardiaco.
- Respiración rápida o hiperventilación.
- Boca seca.
- Sudoración.
- Temblor en las manos y/o piernas.
- Náuseas y mareos
- Dolor en el pecho.
Se experimenta, además:
- Dolor cervical.
- Hormigueo corporal.
- Disminución de la autoestima.
- Disminución de la autoconfianza.
- Pérdida del deseo sexual.
- Contracturas musculares.
- Disfunción sexual femenina o masculina.
Ahora, al principio no será como si tu deseo sexual desapareciera completamente de la noche a la mañana. Los cambios se darán de forma progresiva. A veces sentirás ansiedad antes de una relación sexual; tal vez más adelante empezarás a experimentarla durante; y luego ni siquiera podrás concluir con satisfacción una. Es así como dejas de experimentar tu vida sexual con la plenitud que antes lo hacías y poco a poco acabas por evitar las relaciones sexuales a toda costa hasta que finalmente pierdes completamente el interés en tu vida sexual.
¿Por cuánto tiempo puede afectar tu vida?
La ansiedad sexual o ansiedad de ejecución puede quedarse en tu vida de forma permanente, y puede que sientas que nunca más lograrás disfrutar de una relación sexual. Pero también puede ir y venir a tu vida dependiendo de las circunstancias que te rodean, por ejemplo, en algunos casos puede que solo experimentes episodios de ansiedad sexual cuando has cambiado de pareja y durante los primeros meses no lograr controlar tu ansiedad.
¿Cuál puede ser la razón de la falta de deseo sexual?
Hay muchas razones por las que la ansiedad puede causar falta de deseo sexual. En primer lugar, esta la ansiedad en sí misma, que consume completamente toda tu atención impidiéndote poder pensar en sexo y en segundo lugar están todas esas razones que están relacionadas de una manera u otra con tu sexualidad: la percepción que tienes de tu cuerpo, tus creencias con respecto a ciertos comportamientos sexuales, etc. A continuación, te daré una lista de las razones que más encontramos en consulta como detonantes de la ansiedad de ejecución o ansiedad sexual., a saber:
- Relación de tus progenitores deteriorada. Si quieres saber más sobre cómo las heridas de tu infancia pueden seguir afectando tu vida, te invito a ver este video sobre cómo afrontar las dificultades que enfrentas actualmente pero que tienen su origen en momentos de tu niñez que tal vez ni siquiera recuerdas completamente.
- Tener la creencia de que el sexo es un tema tabú del cual no se puede hablar y por lo tanto no cuentas con toda la información necesaria para hacer del sexo una experiencia agradable.
- Educación moral y religiosa muy restrictiva, especialmente con cualquier tema relacionado con la sexualidad.
- Experiencias sexuales traumáticas durante la infancia y adolescencia.
- Inseguridad en el rol psicosexual durante los primeros años de vida y adolescencia.
- Trastorno de la personalidad.
- Disfunción sexual previa.
- Infidelidad.
- Expectativas poco realistas sobre el sexo.
- Disfunción sexual, pero en la pareja.
- Cambios en la composición hormonal del cuerpo dado los cambios naturales de la edad (p.e. Menopausia).
- Depresión.
- Experiencias sexuales traumáticas.
- Anorexia nerviosa.
- Falta de atracción física entre la pareja.
- Escasa comunicación en la pareja.
- Miedo a la intimidad.
- Deterioro de la autoimagen: por ejemplo: baja, autoestima, temor de no ser “bueno” en la cama, temor a no tener órganos sexuales adecuados, temor a la eyaculación precoz, temor de no poder sentir un orgasmo.
- Escasez de estímulos sexuales previos a la penetración.
Son varios los posibles detonantes de la Ansiedad por Ejecución que termina afectando el nivel de deseo sexual, reconocerlo ayuda en el proceso pero no será suficiente.
¿Cuál de estas causas es o se parece a la tuya?
Puede que creas que tu problema nada tiene que ver como tal con la parte sexual, sino que tiene que ver con que tu cabeza no te deja pensar en nada distinto a la cascada de negatividad que te dispara cada día…
Si tu respuesta es la ansiedad en sí misma o cualquiera de las otras que te anuncié en la lista, entonces lo más probables es que necesites pedir ayuda profesional para lograr superar tu ansiedad en general o tu ansiedad de ejecución que te está arrebatando tu deseo sexual.
Pero mientras buscas ayuda profesional y empiezas tu tratamiento, puedes intentar con alguna de las siguientes estrategias:
- Visita a tu médico de cabecera y cuéntale lo que te está sucediendo, pídele un control rutinario de tu cuerpo. Esto con la intención de que puedas descartar cualquier razón clínica de lo que te está sucediendo.
- Ten una conversación clara con tu pareja, si la tienes, y cuéntale lo que te sucede cada vez que intentas intimar con ella o el.
- Explora nuevas formas de intimar con tu pareja, explora tu propia sexualidad. Así podrás descubrir qué otras cosas disfrutas durante el sexo. Es bien sabido que el sexo es mucho más que penetración, pero tal vez, a ti y a tu pareja aún no les ha llegado el memo.
- Realiza ejercicio regularmente. Estar físicamente activo te permitirá también estar mentalmente más atento, te sentirás más feliz y tendrás mucha más energía a la hora de tener relaciones sexuales.
- Finalmente, permítete re-aprender sobre tu sexualidad . Reconoce que hay cosas que aún no sabes y que es posible que descubras nuevas cosas que disfrutas durante tus momentos de intimidad.
Y finalmente, si has visto como la ansiedad te roba tu deseo sexual tienes que saber que no podrás resolverlo solo. El evitar relaciones sexuales debido a la ansiedad, aumenta los niveles de ansiedad y crea problemas de pareja. Ten en cuenta que el sexo es una forma de liberar grandes cantidades de endorfina y oxitocina, sustancias que producen un efecto analgésico y una sensación de bienestar. Y que a su vez hace posible estimular la neurogénesis (producción de neuronas nuevas) y restaurar la función cognitiva.
Es así, que antes de pensar en renunciar al sexo para siempre, preguntate si no será mejor buscar ayuda profesional. Inscríbete en la lista de espera para tener terapia conmigo AQUÍ.
Maggie
