Pensamientos Intrusivos, ¿Qué puedes hacer?

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Cada vez son más el número de personas que consultan teniendo pensamientos de tipo intrusivos los cuales son derivados de un alto nivel de ansiedad y/o eventos traumáticos.

Hace algunos meses llegó a consulta una paciente y al contarme lo que le pasaba me di cuenta que de todos los síntomas que estaba presentando, había uno que le generaba mucho malestar: los pensamientos intrusivos.

Me contó que todo comenzó a partir de haber tenido relaciones sexuales con su pareja, pues tras este episodio empezó a experimentar un gran nivel de ansiedad el cual era generado porque tenía miedo de haber contraído una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), a pesar de haberse hecho algunos chequeos médicos y que todo indicaba que estaba bien estos pensamientos persistían, es decir no había sido suficiente tener estos exámenes como prueba de que ella estaba bien para que los pensamientos pararan. Fue tanto el temor y la angustia que decidió terminar la relación con su pareja, ya no podía estar junto a él sin pensar: «y si tengo una enfermedad de estas»…

La ansiedad se volvía más y más fuerte presentándose todos los días, se sentía fatigada, dormía poco, comía poco, pero lo que le llegó a causar más angustia fue cuando se empezaron a presentar más pensamientos intrusivos, que ya no solo estaban relacionados con tener una ETS, sino con muchos otros temas: “y si tengo una enfermedad mental grave”, “y si pierdo el control y enloquezco”, “y si le hago daño a mi familia”. Los pensamientos intrusivos la superaban ya no sabía qué más hacer y por mas que trataba de controlar estos pensamientos parecía que su esfuerzo era en vano, no se podía concentrar en su dia a dia, ya que parecía haberse obsesionado con estos pensamientos, aun cuando de alguna manera sabía que no eran ciertos y que iban en contra de lo que ella en realidad era.

Este caso, me dejó con MUCHAS preguntas: ¿cuántas personas sufren con este tipo de pensamientos intrusivos?, ¿cuántas personas se alejan de sus seres queridos porque sienten que así pueden proteger a los otros de lo que piensan?, ¿cuántas personas estarán sintiéndose solas con el peso de estos pensamientos?, ¿cuántas personas estarán tratando de hacer cosas que en realidad aumentan estos pensamientos

En este blog te contaré, qué son los pensamientos intrusivos, de dónde vienen y cómo podrías manejarlos, mientras encuentras la ayuda profesional que se requiere, es que si estás presentando pensamientos intrusivos, creeme que necesitas un psicólogo clínico calificado para poder superarlos y muchas veces también se requiere de tratamiento farmacológico.

Los pensamientos intrusivos, son inútiles, disfuncionales y desagradables, aparecen de manera frecuente producen ansiedad, dificultan la concentración y se vuelven el centro de todo si no se trabaja en ellos.

¿Qué son los pensamientos intrusivos?

Este tipo de pensamientos son un síntoma de la ansiedad, suelen ser negativos e involuntarios, cargados de un contenido «negativo» ocasionando una gran sensación de malestar,  aparecen sin alguna razón específica y son muy difíciles de controlar.

Las personas llegamos a tener ese tipo de pensamientos sobre todo cuando tenemos altos niveles de ansiedad o vivimos eventos traumáticos, sin embargo cuando este tipo de pensamientos se presentan de manera recurrente en tu día a día, llegando al punto incluso de convertirse en obsesivos, es importante que les prestes atención y busques ayuda profesional, seguramente ya te has dado cuenta que con tus recursos no puedes llegar a solucionarlo y es porque necesitas de un psicólogo clínico para saber tratarlos y que no sigan aumentando.

Este tipo de pensamientos pueden llegar a experimentarse de dos formas:

  • Tipo imagen: imágenes mentales que suelen ser muy vividas, que generan incomodidad por su alta carga emocional.
  • Tipo idea: Podría aparecer como una idea, la cual es difícil de controlar, y se hace más fuerte, apareciendo procesos de rumiación (centrar tu atención en aquellos pensamientos negativos de una manera repetitiva).

En el siguiente video te aclaro dudas sobre este tipo de pensamientos, esos que son negativos, intrusivos y que se repiten creando altos niveles de ansiedad, de culpa, de miedo y lo más importante: te daré recomendaciones de qué puedes empezar a hacer.

Estos pensamientos por lo general hacen parte de la sintomatología de los trastornos de ansiedad, pero también suelen estar presentes en los Trastornos Obsesivos Compulsivos (TOC), en estos últimos los pensamientos suelen ir acompañados de una compulsión, es decir, una acción con la que la persona busca controlar la emoción que le produce el pensamientos, por ejemplo: si tienes un pensamiento intrusivo de “querer hacerle daño a alguien” entonces como manera de «apagar/deshacerte» de ese pensamiento empiezas a caminar en los recuadros sin salirte de las líneas, estás compulsiones tienden a sostener el pensamiento intrusivo. Para saber si presentas este trastorno es indispensable que realices un proceso diagnóstico con un psicólogo clínico

¿Qué hace que estos pensamientos empeoren?

Puede que estés haciendo varias cosas con la intención de erradicar estos pensamientos, y sin saber lo único que estás haciendo es aumentándolos, por ejemplo:

  1. Intentar eliminarlos por completo (“dejar de pensar eso”), esto en muchos casos no solo hará que estos se vuelvan más repetitivos, sino hará que se generen otros más catastróficos. 
  2. Evitar hacer ciertas acciones como manera de tener un control sobre estos pensamientos, por ejemplo: no compartir tiempo con mi hermana, para evitar pensar en que le podría hacer daño.
  3. Juzgarte, en términos de «regañarte» por tener estos pensamientos, esto no solo hará que los pensamientos se intensifiquen, también aumentan la culpa por la manera en que estas pensando e incluso pueden llegar a que crees castigos buscando que desaparezcan.

¿Cómo manejar este tipo de pensamientos?

Empiezo por contarte que para manejar este tipo de pensamientos necesitas entender algo: tus pensamientos no te definen y el hecho de que aparezcan no quiere decir que ellos sean reales. ¡Tus pensamientos son solo eso, pensamientos!. 

  1. Empieza por identificar qué está disparando estos pensamientos, pudo haber sido una acción, un comentario o un recuerdo, así mismo busca qué otros pensamientos se encuentran asociados y cuál es la carga emocional negativa que traen consigo. No te obsesiones buscando la causa como tal del pensamiento, en algunas ocasiones es muy complicado encontrarla, y es por eso que precisamente les llamamos intrusivos.
  2. Crea un espacio entre el pensamiento y lo que eres tú, para ello colócale un nombre a tu mente, por ejemplo: “Juanita” entonces cada vez que aparezcan estos pensamientos, no eres tú sino “Juanita”, esto es lo que llamamos en psicología “defusión cognitiva” lo que permite crear un espacio entre tu y los pensamientos, esto te permitirá poder observarlos mejor, sin juzgarlos y entendiendo que la función de tu mente es producir pensamientos. Haz clic AQUÍ para realizar un ejercicio de difusión cognitiva.
  3. Acepta el pensamiento, sé que lo primero que me dirías sería: «no puedo aceptar esto tan malo que estoy pensando», de eso no se trata, es decir no se trata de que digas: «estoy de acuerdo con lo que pienso y lo acepto», sino que aceptes que el pensamiento está allí. Te lo explico de esta manera: la función de tu mente es producir pensamientos (entre otras funciones) así como la función de tu corazón es producir sangre (entre otras funciones) no por ello estás juzgando tu sangre: ¿por qué es de este color?, ¿por qué está así de espesa? y tampoco estás tratando de entender: ¿qué me quieres decir que mi sangre sea así?, ¿será que el tono de mi sangre quiere decir que soy una mala persona?… sencillamente aceptas que esa es la función de tu corazón, tus pensamientos (que son el resultado del trabajo de nuestra mente) tampoco reflejan lo que eres, no te hablan completamente de tus valores, ni siempre tienen la razón. 
  4. Parte de la incomodidad es que tus pensamientos llegan tipo avalancha, es decir llegan uno tras otro, sientes que no puedes «controlarlos» porque llegan todos a la vez, te recomiendo que realices el ejercicio de este VIDEO titulado «el río», es una visualización que te permitirá observar tus pensamientos, no anclarte a ellos y además disminuir la velocidad de los mismos.
  5. Es importante que te expongas al pensamiento desde la aceptación, en vez de hacer lo que normalmente parecería lógico: debatirlo, discutirlo, sustituirlo o cambiarlo, simplemente puedas ser un observador de ellos, no tienes porque saberlo, pero para los pensamientos intrusivos el hacer estas cosas (debatirlo, discutirlo, sustituirlo o cambiarlo), aumenta la fuerza del pensamiento intrusivo, aumenta su contenido, los vuelve más “graves” y los intensifica.

Acá es importante aclarar que las recomendaciones que te estoy dando, no funcionan de la noche a la mañana, porque se trata de una ruptura de patrón y esto toma tiempo… paciencia y persistencia y que en muchos casos (diría que la mayoría) requiere de ayuda profesional, un psicólogo clínico que conozca muy bien del tema. Si estos pensamientos están apareciendo de manera persistente y te están generando tanta incomodidad que interfieren en tu vida, es importante que busques ayuda con un profesional de la salud mental y este pueda establecer un plan de tratamiento apropiado para ti.

Si deseas mi ayuda profesional e iniciar tratamiento conmigo, haz clic AQUÍ. 

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