Muchas personas a lo largo de su vida han atravesado momentos de especial dificultad y esto las ha obligado a lidiar con emociones que se pueden relacionar con depresión. Me refiero a momentos de profunda tristeza, melancolía y abatimiento. Cuando estos sentimientos se manifiestan de manera pasajera y como respuesta específica a situaciones determinadas, entonces es posible decir que su acercamiento a la depresión terminará ahí. ¿Por qué? Porque, aunque difíciles, esos momentos no se convierten en una situación inmanejable que ocupa todos los aspectos de tu vida y que se sostiene por tiempos indefinidos.
Sin embargo, lamentablemente hay otros miles de personas a los que la depresión no los visita de pasada, sino que se instala en sus vidas de forma permanente. A este grupo de personas les puede suceder dos cosas: la primera es que reconozcan que la depresión a entrado en sus vidas, entre estos están quienes deciden hacer algo al respecto y quienes deciden esperar a que la depresión pase en algún momento; la segunda cosa que puede pasar es no se den por enterados que ha su vida ha llegado un habitante extraño y molesto del cual es posible prescindir. A quienes les sucede esto suelen creer que la vida es así, cruel, dura, injusta, incomprensible… y que hay que aguantarse, que hay que aprender a sobrellevar los malos ratos y no quejarse mucho. Aquí también encontramos personas que han sufrido muchísimo, que sufren constantemente, pero que creen que buscar ayuda es para personas débiles y que igual no servirá de nada porque en realidad no hay nada que arreglar.
Y a ti, ¿cómo te va con la depresión?
Si tu respuesta es que no crees que la depresión exista; o que lo más probable es que no haya nada que hacer para intentar mejorar tu forma de vivir y que mejor hay que hacer de tripas corazón y seguir andando; entonces ¡este blog es para ti! Quiero describirte algunos comportamientos en los que puedes estar atascado y que, a pesar de que no crees que pueda ser depresión, son exactamente el tipo de comportamientos que tendría alguien que está deprimido y aún le cuesta reconocer.
La depresión es un trastorno del estado del ánimo en el cual los sentimientos de tristeza, ira, frustración, pérdida y desesperanza interfieren con tus actividades cotidianas por largos periodos de tiempo. Si quieres saber más sobre qué es la depresión y cómo puedes vencerla, te recomiendo seguir este link.
Puede que estés en esa etapa en la que no identificas eso que te sucede con, y es importante que te des la oportunidad de explorar qué podría estar sucediendo en tu vida y qué hace que te cueste tanto disfrutar de la vida, en lugar de creer que es lo que te tocó y que no hay nada que puedas hacer para cambiarlo.
Quienes tienen la certeza de que su sufrimiento es causado por una depresión: tal vez están en camino de ser diagnosticados, ya han sido diagnosticados o están en tratamiento; tienen enfrente un camino mucho más definido y positivo. Aunque no lo creas, este camino es más positivo porque:
- Aunque su proceso sea difícil, ya han iniciado un trabajo para mejorar.
- Aunque se presenten dificultades, el proceso les da herramientas para entender lo que les pasa y perseverar.
- Aunque crean que no tiene solución lo que les pasa, un profesional idóneo en el área de la salud mental, les está acompañando desde las técnicas y hallazgos en la investigación científica en psicología y psiquiatría.
Muy diferente de quienes no tienen ni idea de que la depresión les está ocasionando dificultades, el camino de estos últimos es sencillamente oscuro porque la única perspectiva de cambio parece estar en manos del destino. Como si salir de una depresión dependiera de soluciones mágicas o de cambios de mentalidad instantáneos, como parece querer enseñarnos muchos de los contenidos que vemos en redes sociales.
Así que, aunque parezca extraño decirlo, estar encaminado hacia tu recuperación te pone en una situación de ventaja frente a esos miles de personas que aún no tienen ni idea que detrás de su incapacidad para vivir la vida de manera plena y gratificante puede estar la depresión. Si has sido diagnosticado con depresión o estás buscando ayuda porque crees que podrías estar sufriendo de depresión, quiero dejarte este video de YouTube en el que te cuento cómo estar alerta a los síntomas para que puedas tener un tratamiento exitoso.
Y si la idea de que puedas estar sufriendo de una depresión no ha cruzado tu mente, no te preocupes, no tienes por qué saberlo. Si no hay nada en ti que te permite pararte frente al espejo y decir: -Sí, definitivamente estoy deprimido porque yo no soy así o mi vida no es así… Si la única herramienta que tienes es una pequeña intuición de que algo no está funcionando como debería. Pero ¿qué es exactamente lo que podría estar mal? ¿Cosas externas que están fuera de tu alcance y control o cosas en tu interior sobre las que si tienes la posibilidad de hacer cambios?
Quisiera que después de leer este blog pudieras pasar de: “-La vida es así y hay que aguantarse” a “-Hay algo en mi estado mental que no me está ayudando a vivir la vida con plenitud”.
Para ayudarte a reconocer si de verdad hay algo que no está del todo bien con tu estado de ánimo, quiero explicarte qué conductas específicas podrían traer camuflada una depresión de la que no eres consciente.
Empecemos con las conductas propias de quien no se quiere escuchar a sí mismo.
La lista de conductas que te voy a dejar a continuación tiene una característica fundamental, todas estás actividades están diseñadas para anestesiar tu mente y distraerte de ti mismo. Así que siempre que empiezas a sentir un poco de incomodidad por cómo te estás sintiendo, inmediatamente realizas una de las cosas que te dejo en esta lista y de esa manera acallas tu mente.
- Pasas mucho tiempo frente a la televisión.
- Pasas mucho tiempo conectado a tus redes sociales en tu teléfono celular.
- Pasas mucho tiempo frente al computador navegando en internet sin tener un propósito claro.
Erich Fromm, un famoso psicólogo y sociólogo de origen judío que tuvo que huir del régimen Nazi, afirmaba que el aburrimiento constante no es más que un síntoma de que no se está a gusto consigo mismo. Así que siempre que empiezas a sentir la necesidad de hacer una evaluación de la forma en la que vives prefieres anestesiar tu mente poniéndola a realizar actividades que la entretienen de manera superficial.
Sé que no es fácil escuchar los constantes murmullos de nuestra mente, especialmente cuando sentimos que hay cosas que no funcionan adecuadamente. Pero silenciar tu mente constantemente no ayudará a acallar realmente esos murmullos, ellos seguirán ahí, de cortina de fondo y saldrán a la luz siempre que puedan. Así que cada vez más a menudo te encontrarás en la necesidad de distraerte. Sin que te des cuenta empezarás a pasar más tiempo frente a las pantallas, de la computadora, la televisión o el celular.
Y de pronto, te despertarás un día y caerás en la cuenta de que todo tu tiempo libre estás conectado a un dispositivo electrónico, que incluso ocupa más tiempo del que desearías darle, pero no tienes nada más a lo que recurrir, te has acostumbrado tanto a mantener tu mente adormilada que ya no sabes cómo no estar en este estado, cualquier cosa diferente te atormenta y te incomoda tanto que ya no tienes cómo luchar.
Y puedes creer que has perdido completamente la habilidad de estar contigo mismo, de conversar con tu interior, de escucharte para saber qué es lo que realmente quieres, deseas, anhelas, esperas, sueñas. ¡Pero no lo has perdido! Tú sigues estando ahí, detrás del Instagram, de las series, de los videos. Si te das la oportunidad de apagar, de desconectar y de escucharte podrás notar que ese vacío que estás intentando llenar o que ese ruido en tu interior que estas intentando no escuchar no es más que un grito de auxilio.
Escúchalo y busca ayuda. No creas ni por un segundo que será fácil, que podrás simplemente apagar y sentarte a resolver tu vida. Tener esa conversación pendiente contigo mismo no es fácil, necesitarás de mucho coraje. Es de valientes lograr cuestionar su estilo de vida y si pretendes hacerlo solo, tal vez fracases. Una vez descubras qué es eso que has intentado posponer, qué es lo que te ha llevado a esa situación de querer apagar tu mente siempre, lo más probable es que necesites de herramientas. Para no recaer, para seguir escuchándote, para no avergonzarte, para entender qué te está diciendo tu interior.
Ahora hablemos de conductas un poco más perjudiciales para tu salud física.
Tu malestar, eso que te hace buscar continuamente distracciones externas, sólo puede ser resuelto en tu interior. Y una vez empieces a tener esa conversación contigo mismo puedes caer en otro tipo de conductas que también afectan tu bienestar, por ejemplo:
- Uso de drogas recreativas.
- Consumo constante de alcohol. Sobre la depresión y el alcohol hemos escrito un blog que te ayudará muchísimo, lo encuentras aquí.
- Consumo inadecuado de alimentos. Sobre la relación entre trastornos del ánimo y desórdenes alimenticios hemos hablado aquí.
La depresión cobra un peaje cuando llega a tu vida, sea que estés dispuesto a ser consciente o no de los daños que hace, igual pasará factura. Tú y nadie más que tú tienes que vivir contigo mismo, así que no importa cuánto tiempo intentes evadirlo o posponerlo, llegará el momento en que te veas obligado a hacerle frente a tu situación, ¿cómo lo harás? Eso depende enteramente de si cuentas o no con las herramientas adecuadas para manejarlo. Muchas personas en el mundo han caído en conductas evasivas de todo tipo antes de sincerarse y reconocer que tal vez su problema o dificultad podría ser resuelto con la ayuda de un profesional de la salud mental.
¿Te suenan algunas de estás conductas?
No quieres hacer vida social de ningún tipo, ni siquiera le permites a tu propia familia estrechar los lazos y mucho menos a amigos y conocidos cercanos.
- No te preocupas en lo más mínimo por tu apariencia física ni tu aseo personal.
- Tu casa siempre está desordenada y sucia.
- Tienes dificultades en tu vida laboral: no encuentras un trabajo estable, faltas considerablemente, tienes bajo desempeño o trabajas en exceso.
- Vives siempre agotado y sin energía para ningún tipo de actividad fuera de las que consideramos vitales. Si quieres saber más sobre cómo el cansancio físico extremo puede estar relacionado con la depresión, te dejo este link.
Y es que no te estoy hablando aquí, en la lista de conductas que te he dado a lo largo del texto, de momentos o situaciones determinadas. No estoy diciendo que si te sentaste un fin de semana a disfrutar de una maratón de series de televisión; o que si en el último mes has dejado de salir con tus amigos; o que en el trabajo no has logrado tus objetivos de la semana; o que un día has decidido no bañarte y dejar el lavaplatos lleno; entonces es porque tienes depresión. Estoy hablando de conductas crónicas y prolongadas en el tiempo.
Así que es muy importante que evalúes tu vida a la luz de las cosas que haces para evitar conversar contigo mismo. Porque no se trata de juzgar como algo completamente negativo toda posibilidad de diversión y consumo, sino de si estás realmente disfrutando tu vida a plenitud.
Aristóteles afirmó que todo lo que se realiza en exceso, incluso las más preciadas virtudes, tienden a convertirse en vicios y a atormentar el espíritu. Mi invitación es a que puedas evaluar la forma en que pasan tus días. Y si descubres que, tal vez, la vida no tiene porqué ser así, entonces escríbeme un mensaje. Yo puedo ayudarte a salir de esa depresión enmascarada que no te ha dejado experimentar verdadero bienestar.