El Covid-19 ha paralizado la forma en que solíamos vivir, la ha puesto cabeza abajo y ha producido un alto nivel de incertidumbre, así que, si has experimentado momentos de dificultad aceptando lo que ha sucedido estos dos años de pandemia, no estás solo. Así que no es momento de sentir vergüenza, es momento de reconocer que no tienes porque estar preparado para lo que nos sucedió, nadie lo estaba.
Es un hecho innegable que el Covid-19 y la pandemia que causó ha tenido repercusiones negativas sobre la salud mental de millones de personas alrededor del mundo. Sea que se hayan enfermado o no de este virus, la población en general ha estado expuesta a altísimos niveles de estrés desde el inicio oficial de la Pandemia declarada así por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo de 2020.
Y aunque la población en general se ha visto afectada de una manera u otra, hay algunos grupos de personas mucho más vulnerables que otras a sentir los efectos de la presión y el estrés que esta enfermedad ha traído sobre el mundo. Por supuesto, unos han sido los síntomas físicos propios de la enfermedad, pero otros son los síntomas en la salud mental.
En este punto, luego de dos años de Pandemia y un poco más del brote regándose por el mundo es muy probable, que hayas experimentado alguna de las consecuencias negativas de esta enfermedad.
Entonces, la pregunta que quiero que te hagas es: ¿Has logrado superar todos los efectos del Covid-19, inluida la angustia, las preocupaciones, el miedo?
¿Cómo se da la historia entre tu ansiedad y el COVID?
¿Ya tenías ansiedad y el Covid-19 llegó a incrementar tus síntomas? O ¿Tus síntomas empezaron a desarrollarse a medida que la pandemia avanzaba? Te explico aquí 6 razones por las cuales la pandemia fue el cultivo perfecto para aumentar los episodios de ansiedad.
1. Una situación nueva y amenazante
¿Algo completamente nuevo para ti? Te pregunto ¿cuántas pandemias has vivido…? Intuyo tu respuesta. Todo tu sistema emocional tratando de hacer frente a una situación nueva, completamente amenazante, frente a la que cada país reportaba casos de muertes y contagios y pocos daban alguna buena noticia. Una situación de incertidumbre que mantuvo tu nivel de estrés por semanas continuas, tanta cantidad de noticias diciendo qué hacer, cómo cuidarse, las teorías conspirativas, el no poder apoyarte en tus familiares o amigos… ¿cuántas veces habías vivido algo así? Tu sistema emocional lo estaba dando todo para protegerte, para mantenerte en balance, la ansiedad se mantuvo en niveles altos por mucho tiempo.
2.La enfermedad llegaba a todos lados.
Sin importar si tenías el mejor carro, o el mejor trabajo, o los mejores amigos, o el mejor plan de salud. Ciertamente la población de adultos mayores y personas con enfermedades crónicas eran más propensas a desarrollar consecuencias fatales, pero nadie estaba completamente inmune a la enfermedad o a tener síntomas graves sin importar ninguna distinción económica. Y especialmente en los primeros meses de la Pandemia, cuando el mundo médico aún estaba tratando de descifrar este nuevo virus, todos tenían la posibilidad de enfermar y más grave aún, de transmitir la enfermedad a sus seres queridos. La gran mayoría temblaba ante la posibilidad de que el Covid-19 golpeara a su puerta.
3. Distanciamiento social.
Y no se puede dejar de mencionar el distanciamiento social. La familia, los amigos; todas esas personas que eran parte de tu red de apoyo y que de un momento para otro quedaron fuera de tu vida. ¿Fue tu familia una de esas tantas que quedaron divididas, con sus seres queridos atascados en otros países, en otras ciudades o en otros lugares de residencia? La angustia y la incertidumbre se multiplicaba imaginando cuando podrías volver a ver a aquellas personas, y ni imaginar si te llegabas a enfermar o si ellas se enfermaban. Ni siquiera podías estar convencido de que las verías una vez más. Y tu mente trabajando incansablemente en los peores escenarios posibles. Se acabaron también las actividades al aire libre, el ocio y la recreación. No había acceso a nada de lo que antes tal vez te hubiera ayudado a despejar la mente y pensar con claridad y sensatez, punto para la ansiedad.
4. Confusión entre síntomas de COVID y unTrastorno de Ansiedad
Sumado a todo lo anterior, es muy probable que hayas experimentado síntomas físicos de ansiedad y los hayas confundido con síntomas de la enfermedad por COVID-19. Esto pudo incluso llevarte a sentir ataques de pánico o inicios de uno. Y es que definitivamente la confusión no era algo que solo estaba en tu cabeza, los síntomas físicos producidos por la ansiedad o un ataque de pánico pueden ser confundidos con algunos de los síntomas del Covid-19, por ejemplo: la presión en el pecho, el dolor intenso de cabeza y la dificultad para respirar normalmente. Así que muy seguramente pensaste en varias ocasiones que tenías Covid-19, cuando en realidad lo que estabas sintiendo eran fuertes ataques de ansiedad y pánico. Pero como la prioridad era ocuparte de tu salud física, no recibiste el apoyo y la información necesaria para ocuparte de tu salud mental y poder tratar ese ciclo de miedo e incertidumbre que sentías.
5. Hiper-productividad
En redes sociales empezaron a circular videos de personas mostrando lo “productivas” que eran aun estando encerrados. Aún estando encerrado en casa, tenías una forma de auto-presionarte, de perseguir estándares imposibles y poco realistas. Las preguntas: ¿Qué he hecho con mi vida? O ¿Qué estoy haciendo para que la cuarentena sea productiva? se empezaron a convertir en El Caballito de Batalla de la ansiedad para perturbar tu salud mental.
6. No se priorizo la salud mental
La pandemia del Covid-19 hizo que la salud mental fuera relegada a un segundo plano, en medio de todo entendible: porque lo inmediato, lo urgente, era resolver las dificultades físicas, por ejemplo: si tenías o no síntomas, si funcionaba adecuadamente internet para las reuniones de la oficina, o si sabias cómo desinfectar la compra.
Aquí te explique 6 razones, y si seguimos buscando, seguro podemos encontrar más. Razones que una a una se sumaron para ser el caldo de cultivo ideal para que tu ansiedad se viera tan retada durante este tiempo de Pandemia y ahora podemos entender más por qué hoy estás presentando todos esos síntomas “luego” de la pandemia o luego de como tal haber contraído COVID. ¿Cuáles de estas 5 razones fueron las razones que más te impactaron6
¿Cómo lograr todo sin sufrir un colapso nervioso?
De repente tuviste que inventar una nueva forma de vivir la vida. Todo lo que hacías antes de la pandemia ya no servía, o no lo podías hacer de la misma manera. Re-adaptar, re-aprender, re-empezar…
Si ya sufrías de ansiedad antes de que empezara la pandemia, seguramente tus síntomas empeoraron muchísimo; y si empezaste a sufrir de ansiedad durante la pandemia, seguramente intentaste enterrar en lo más profundo de ti cualquier necesidad de pedir ayuda, necesitabas concentrarte en lo inmediato.
Sea como fuera que lograste sobrellevar estos dos años de pandemia, de Covid-19 y de variantes; tal vez es momento de que vuelvas a pensar en tu salud mental. Estos dos años seguramente te están pasando factura, el estrés, el miedo, la incertidumbre, la soledad, la impaciencia y otras tantas cosas que has experimentado en cascada están ahí, reprimidas y dispuestas a salir a flote en cualquier momento, si no es que no lo han hecho ya.
La ansiedad ha hecho lo suyo no solo en tu mente. Es tan preocupante el incremento de los casos de ansiedad y la depresión que los profesionales de la salud mental ya hablan de “El Síndrome Post Covid-19”. Esto sin contar las dificultades a las que se enfrentan las personas que se enfermaron y tuvieron que ser hospitalizadas, en ellos es aún mayor la probabilidad de desarrollar problemas de ansiedad y depresión que en el resto de la población.
Aún es muy difícil saber exactamente qué tan difícil ha sido este proceso para ti o qué tanto podrías demorar en superarlo. Es que aún ni siquiera se ha decretado el final oficial de la pandemia, puede que todavía sientas incertidumbre sobre si una nueva variante podría surgir o no. Pero lo más probable es que quieras empezar a sanar ahora mismo. Así que ahora debes enfocarte en lo que sí sabes sobre el Covid-19 y esta pandemia.
¿Qué sabemos hasta este punto?
- El covid-19 puede generar alteraciones emocionales en las personas que lo padecieron, sin importar hace cuánto tiempo haya padecido la enfermedad y se haya recuperado, una persona puede mantener estas secuelas por un tiempo muy considerable.
- Los gobiernos alrededor del mundo están completamente desprovistos de mecanismos y herramientas reales y efectivas que les permitan dar atención especializada y a tiempo a las personas que han quedado con secuelas a causa del Covid-19. Es así como la responsabilidad del cuidado recae en cada individuo porque los gobiernos no dan abasto para garantizar tratamiento a todos sus ciudadanos.
- El Síndrome Post Covid-19 consiste en el aumento de determinados trastornos de la salud mental como: Alteración del sueño, Estrés post traumático, es más común en personas que estuvieron hospitalizadas o pasaron por la unidad de cuidados intensivos, Depresión y Ansiedad
¿Cuáles son los síntomas en el Síndrome Post Covid?
Dentro de los episodios de ansiedad que han experimentado los pacientes en el marco del Síndrome Post Covid-19 se encuentran los siguientes síntomas:
- Palpitaciones súbitas.
- Dolores intensos de cabeza.
- Opresión en el pecho.
- Nauseas.
- Mareo.
- Inquietud constante.
- Dificultad para concentrarse.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Problemas para conciliar el sueño.
Puede haber subido la ansiedad por esto:
Los episodios de ansiedad o aumento de los síntomas puede darse en las siguientes situaciones:
- Tuviste Covid-19 y desde entonces los síntomas de tu ansiedad aumentaron o empeoraron.
- Tuviste Covid-19 y empezaste a experimentar signos de ansiedad, tanto cognitivos como físicos.
- Tienes un miedo exagerado a contagiarte de Covid-19.
- La política de vacunación te causa episodios de altísimo estrés y ansiedad porque no logras definir claramente si la vacuna funcionará o no en tu caso o si no es necesario que te la pongas.
- Síntomas de ansiedad asociados a la vacuna.
- Sufriste una pérdida directa a causa del Covid-19, y tu miedo se ha mezclado con tu proceso de duelo haciendo que ya no logres distinguir tu temor al Covid-19 del dolor que te causo por la pérdida de tu ser querido
¿Qué puedes hacer para sentirte mejor?
- Analiza tus pensamientos. Permítete reconocer qué es realmente malo o negativo y que no lo ha sido; puede que estés echando en la misma bolsa todas tus experiencias de esta época de pandemia, pero no tiene porqué ser así. Las experiencias de la vida pueden dejarnos muchas cosas al mismo tiempo. Si quieres saber más sobre cómo reconocer en qué errores de pensamiento podrías estar incurriendo, te invito a ver el siguiente video.
- Crea rutinas que salgan de lo usual. ¿A qué me refiero con esto? A qué crees rutinas que se ajusten a ti, a tu personalidad, a tus intereses, a tus deseos. Muchas veces, en el afán de seguir consejos o de apresurarnos a sentirnos bien incurrimos en rutinas que nada tienen que ver con nosotros mismos. Piensa muy bien qué rutinas crees que te hacen bien… no todos tenemos que salir a trotar todos los días a las 5 de la mañana. Unas cuantas sesiones de terapia pueden ayudarte a descubrir qué es lo que te hace bien.
- Utiliza técnicas de relajación. Existen muchas formas de ayudarnos a encontrar ese punto sereno de calma mental que nos llena de bienestar y tranquilidad. En los links que te dejo a continuación encontrarás audios para meditar y realizar ejercicios de meditación que puedes usar en cualquier momento que lo necesites.
- Intenta no engancharte continuamente a las noticias. No se trata de que no estés enterado de la actualidad nacional y mundial, se trata simplemente de que puedas hacer un ejercicio de distinción entre lo que sucede allá afuera y la inmediatez de tu día a día. ¿Qué tanto de eso que escuchas y ves todos los días en noticias afecta tu día a día? ¿Qué tanto puedes hacer para solventar esas situaciones que se presentan?, ¿qué tanto te sirve preocuparte para resolver esas situaciones? Si tus respuestas son “mucho”, pues entonces manos a la obra; si tu respuesta, por el contrario es “poco o nada”, pues entonces ya está, déjalo ir, y si no sabes cómo dejarlo ir, muy seguramente también te beneficiarías de unas cuantas sesiones de terapia para aprender qué estrategias necesitas aprender a usar.
- Mantén contacto con tu red de apoyo. Saber quienes son los tuyos, esos que se preocupan de veras por tu salud, por tu bienestar es muy importante en tiempos como estos, pero no solo para que estén pendientes de ti, sino para que tú también puedas estar pendiente de ellos. Una red de apoyo no funciona si solamente se activa cuando tú necesitas ayuda. Es importante que la red funcione en doble vía, que tú puedas retornar algo del bienestar que esos otros te han dado a ti.
- Autocuidado: todas las acciones que piedes hacer para cuidar de tu físico, tienen un gran impacto en todo tu ser, por tanto el autocuidado es esa especie de coraza saludable que nos ayuda en situaciones de dificultad, entre ellas el domir bien yla alimentación saludable.
¿Cómo saber si necesito ayuda profesional?
Si no logras controlar tus episodios de ansiedad poniendo en práctica la lista de herramientas entonces no lo dudes ni un segundo más, es momento de buscar ayuda profesional, puedes contactarme AQUÍ.
Y si tu caso se enmarca en alguna de las siguientes características, lo mejor es que busques ayuda profesional lo más pronto posible sin esperar a probar si las técnicas te ayudan o no.
- Si antes de la pandemia ya estabas presentado algunas de las alteraciones psiquiátricas descritas.
- Si eres cuidador de una persona altamente vulnerable en caso de que se contagie de Covid-19.
- Si presentas una recaída o abandonaste tu tratamiento con la llegada de la pandemia.
- Si has perdido tus habilidades para el manejo del tiempo libre, para el afrontamiento y la regulación emocional. Es necesario que busques ayuda lo más pronto posible.
Recuerda que puedes solicitar una sesión conmigo en cualquier momento.
Maggie.
