¿Cómo mantener tu ansiedad en niveles saludables durante año nuevo?

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¿Qué tipo de persona eres? Eres de aquellos a quienes las fechas límites o de entrega te hacen sentir nervioso desde el primer momento… Esos que, aunque saben que cuentan con el tiempo suficiente, por alguna razón les atacan premoniciones sobre lo que sufrirán cuando no lo logren.

Este estado de alerta en el que inicias cualquier cosa se mantiene en tu mente permanentemente, recordándote que puede que no cumplas con el objetivo, así hasta el día en que debes entregar. 

Y no importa qué tantas veces hayas cumplido los objetivos y hayas entregado a tiempo; no importa cuántas veces hayas superado tus propias expectativas; esa fecha de entrega o límite será igual de aterrador porque siempre existirá la posibilidad de que tus peores temores se hagan realidad, de que quedes en vergüenza, de que no cumplas los objetivos y sea el fin.

Esa sensación te causa los peores encuentros con la ansiedad. Te consume la sensación de desesperanza, de que ya no hay nada que hacer… ¿cómo sentirse motivado cuando te consumen esos sentimientos? Pareciera que no hubiera salida. La ansiedad llega sin ningún tipo de invitación cada vez que te propones hacer algo en un tiempo determinado, sea autoimpuesto o producto de tu trabajo. Y con la ansiedad llega un millón de sentimientos que te agobian y te roban cualquier rastro de motivación que puedas tener. Sin motivación e imaginándote los peores escenarios posibles, es sorprendente que logres hacer cualquier cosa. 

Ahora, si esa sensación la trasladamos al proyecto más grande que solemos enfrentar, la ansiedad puede volverse insoportable. ¿De qué proyecto estoy hablando?

Del cambio de año, del paso del año viejo al año nuevo.

¡Un nuevo año! Para muchos es la esperanza de lo nuevo, la oportunidad de dejar atrás todo lo malo y volver a empezar, contando a nuestro favor solo las cosas buenas, porque las malas las podemos dejar abandonadas junto con el año que desaparece en el tiempo. 

Pero el nuevo año no solo viene cargado de la esperanza del renacer. También viene lleno de expectativas. Es una nueva oportunidad para alcanzar lo que no hemos alcanzado en el pasado. Y conforme pasan los años, nuestros deseos de un nuevo comienzo crecen. Siempre tendrás algo por hacer: cambiar de trabajo, comprar casa nueva, cambiar los muebles, recomponer una amistad perdida, dedicar más tiempo a tus hijos, ganar un ascenso, cambiar de ciudad, aprender un idioma, bajar de peso, tomar vacaciones… siempre habrá algo por hacer.

Y si ese algo ha estado eludiéndote por más de un año, entonces la esperanza o la necesidad de que el nuevo año sí lo conseguirás se puede convertir en la mezcla perfecta para que la ansiedad se apodere de tu vida. 

Es inevitable sentir ansiedad, ya hemos hablado de ello en otras entradas, le hace bien a nuestra mente sentir un poco de ansiedad. Y en las vísperas del año nuevo también es saludable sentir algo de ansiedad. Ella nos da sensatez, nos permite tener los pies bien puestos sobre la tierra y da cautela.  

Todo esto es muy valioso y necesario a la hora de plantearnos nuevos retos, de convencernos de que el nuevo año sí lograremos aquello que tanto deseamos.

¿Cómo puedes mantener la ansiedad en un nivel deseable?

Lo primero que debemos tener muy presente es que el año puede ser nuevo, pero tú sigues siendo la misma persona. Tus capacidades y habilidades siguen siendo las mismas y no aumentaran mágicamente con el cambio de año. Puede que tu actitud sea diferente, que tu entusiasmo y motivación están renovados y que sientas que eso es todo lo que necesitas. Y no quiero que me malinterpretes, sí es un factor determinante tener la actitud, la motivación y el deseo puestos en el camino correcto, pero no es lo único. 

Así que tus anhelos tienen que mantenerse en la esfera de lo realísticamente posible. Permítete tener una conversación honesta contigo mismo. ¿Qué deseas y qué crees que estás en posibilidades de lograr? No tengas miedo de posponer sueños, no tengas miedo de concentrarte en cosas más inmediatas o fáciles, esas también contribuyen a tu felicidad, y más importante aún, no disparan tu ansiedad a niveles incontrolables.

Otra cosa que puedes hacer es planear empezar por pequeñas cosas, no se sueña con un bosque cuando no se ha sembrado ni el primer árbol. “Las cosas buenas de la vida toman tiempo” … no es una frase vacía, toma tiempo construir, toma tiempo aprender, casi todo en la vida toma tiempo y empieza siempre por algo pequeño. Date el tiempo de descubrir cuáles son esas pequeñas cosas que debes alcanzar en camino a esa meta que te has propuesto. Si deseas bajar doce kilos en el siguiente año, plantea bajar medio kilo el primer mes, un kilo el siguiente, otro medio el siguiente, y tal vez el siguiente logres bajar uno completo. Y si hay un par de meses que no cumples la meta o incluso ganas peso, te aseguro que, si mantienes la mirada en lo pequeño, a final de año habrás logrado bajar más peso que nunca, incluso si no lograr los doce que deseabas.

Buscar ayuda siempre es una buena opción. No tenemos porque hacerlo todos solos. Somos animales gregarios, el éxito de nuestra existencia en el planeta tierra se debe a que nos ayudamos unos a otros a sobrevivir. Tus metas y tus sueños pueden ser compartidos por otros, en tu camino puedes ayudar a otros mientras te ayudas a ti mismo. Así que no temas pedir ayuda. Asegúrate, eso sí, de pedirla en el lugar correcto. No le impongas a nadie tus anhelos y busca quien quiera y pueda ayudarte con amor y comprensión. No te decepciones si no encuentras la ayuda en el lugar que esperabas, sigue buscando. Busca nuevos amigos que compartan los mismos objetivos, o grupos de apoyo en los que puedas encontrar consejo. Es posible que en algún punto del camino necesites recurrir a ayuda profesional, no dudes en hacerlo. Los psicólogos estamos entrenados para entender cómo proporcionar estrategias para ayudarte a lograr tus objetivos.

Y finalmente, aprende a aceptar que las cosas bellas de la vida distan mucho de ser perfectas. Eso que sueñas no es la excepción. No tienes porque ir en busca de una idea perfecta que no existe sino en tu cabeza. La vida tiene imperfecciones, y por lo general nunca son tan terribles como para que te impidan disfrutar de lo que obtuviste. 

La ansiedad vendrá irremediablemente, pero puedes mantenerla controlada. No dejes que este año nuevo venga acompañado desde su inicio de una ansiedad que te agobia. Busca ayuda, concéntrate en lo bueno y no pierdas la esperanza.

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