Cada vez la ansiedad y la depresión han tomado un lugar protagónico, y así mismo su tratamiento.
Hablemos del tratamiento farmacológico de la ansiedad y la depresión, dejaré fuera de la discusión los “intereses ocultos de las farmacéuticas” y también la hiperprescripción –prescribir más medicamentos de los necesarios-, quiero centrarme en la decisión personal que toma una persona, en esa decisión en donde sientes que te la juegas toda.
¿Qué vas a encontrar en este post?
1. ¿Son un enemigo?
2. ¿Cuándo debería considerarlas?
3. No olvides tener en cuenta esto..
¿Son un enemigo?
Mi respuesta, clara y llana es: NO….
Soy psicóloga, y sé de las muchas cosas que puedes lograr con un buen proceso terapéutico desde la psicología, pero también se del daño que hace cuando inicias un proceso terapéutico donde necesitabas medicación y no la estas tomando.
Me gustan los ejemplos: si Pepita lleva sin dormir -a causa de su Trastorno de Ansiedad- por dos semanas, siente una gran presión en el pecho, la respiración la tiene entrecortada, dime… ¿qué se puede hacer con ella en terapia? No mucho, pero si puede colocarla en riesgo.
Otro ejemplo: Pepito, no se puede concentrar, ha estado así los últimos 2 meses, su jefe le ha dado un ultimátum porque ya ha faltado mucho a su trabajo, pero es que se levanta y se siente cansado, sin siquiera energía para ducharse, y menos para salir de casa, dime… ¿qué se puede hacer con él en terapia? Seguramente ni siquiera asistirá, pero sí le estamos dejando en riesgo.
En estos tipos de casos, un tratamiento farmacológico de manera responsable, es necesario.
No me mal entiendas, el medicamento no hará magia, pero si te permitirá tener esos mínimos para iniciar un proceso de psicoterapia.
Imagina aprender habilidades de cualquier tipo cuando has estado privado de sueño por dos semanas, imposible y si muy frustrante… seguro terminarás diciendo: esa terapia no funciona.
¿Cuándo debería considerarlas?
Sabes que me preguntan continuamente, en redes, en consulta y en los talleres que realizo, ¿crees que necesito medicamentos?, la respuesta no es de SI o de NO…
La respuesta es mucho más profunda y depende de tu caso particular, de tu historia -en el sentido médico, pero también en el sentido amplio- del diagnóstico en sí y un largo etc.
Tan profunda es la respuesta que la automedicación seria el error más grande que puedes hacer.
Y es posible que en muchos casos la psicoterapia no sea suficiente, sobre todo si los síntomas que presentas son graves.
No olvides tener en cuenta esto…
1. Analiza tu caso particular, es único, no te dejes influir por lo que le sucedió al vecino, no sabemos las cosas particulares de su caso!.
2. Pídele al profesional (normalmente médico general o psiquiatra), que te explique de otros tratamientos fuera del farmacológico, sus desventajas y ventajas y su opinión sobre qué sería lo mejor para ti.
3. Si vas a optar por un tratamiento farmacológico, siempre realiza la opción de tratamiento combinado – farmacológico y psicoterapia- encontrarás los beneficios de las dos áreas.
4. La idea de un tratamiento farmacológico, en la mayoría de casos, es disminuir la dosis al mínimo o eliminar por completo el medicamento, y esto es posible cuando has realizado psicoterapia, de lo contrario una recaída será mucho más probable.
5. Si de tu análisis resulta que no tomarás medicamentos, realiza un plan muy claro y con objetivos definidos con tu psicoterapeuta.
6. Si, por el contrario, tu caso amerita el tratamiento farmacológico, parte del éxito radicará en el manejo conjunto que se haga de tu proceso.
PD: Sé que sientes que deberías ser capaz de manejar esta situación por tu cuenta, y así lo harás… pero por ahora si necesitas de medicamentos, no es el final del mundo, el final del mundo se da cuando día tras día vives mal.