La ansiedad al salir de casa es conocida en el mundo médico como Agorafobia, y consiste puntualmente en el miedo que se experimenta ante la perspectiva de encontrarse en lugares públicos o sencillamente fuera de casa, ese lugar que consideramos nuestro remanso de paz y protección del mundo exterior.
Los acontecimientos de los dos últimos años nos han arrojado a experimentar, como en ninguna otra época o circunstancia, que nuestro hogar nos ofrece la protección de ser un lugar seguro y en el que podemos escondernos de los peligros del mundo exterior.
Después de dos años de encierros parciales y totales, de salidas prematuras y regresos a las cuarentenas, de ver a seres queridos enfermar y en muchos casos fallecer a causa de un peligro que, aunque sabemos está en la calle, no podemos identificar claramente ni evitar completamente; la idea de volver a la calle, a la normalidad de la vida laboral y recreacional puede parecerte tremendamente difícil de asimilar.
La consulta de miles de psicólogos y psiquiatras alrededor del mundo se ha incrementado con casos de personas que, aunque nunca antes en sus vidas enfrentaron el más mínimo temor de exponerse en el exterior, de repente se han visto enfrentados al miedo paralizante que les produce retornar a las calles a rehacer su acostumbrada vida social.
Para el tratamiento de la Agorafobia se cuenta con tratamiento, la APA (American Psychological Association) recomienda el manejo con terapia cognitivo-conductual, medicamentos o ambas según sea el caso.
¿Te esta pasando a ti?
Y puede que este sea tu caso, que ahora te enfrentes a un miedo y ansiedad desconocida, que la sola idea de volver a salir te produzca preocupantes ataques de pánico. O puede que tu caso sea diferente, puede que tengas una historia de vieja data con la ansiedad y el miedo a salir de casa y que ya tengas bien identificado ese miedo a exponerse al mundo exterior, que conozcas exactamente cuando llega y qué es lo que debes hacer para evitar salir a toda costa. Puede que incluso ya estés diagnosticado formalmente con Agorafobia. O, explorando un caso más que podría ser semejante al tuyo, es que creas que el miedo a salir de casa y la ansiedad que acompañan ese miedo sean parte de tu personalidad, y que no te hayas planteado la posibilidad de verlo como un problema, piensas: yo me quedo siempre en casa simplemente porque soy “ese tipo de persona”.
Para ti que ya tienes un diagnóstico y que de una manera u otra has intentado iniciar un tratamiento o te encuentras en este momento recibiendo apoyo profesional, te animo a continuar o retomar el tratamiento que te ha sido indicado. Y a aprovechar mis recursos para fortalecer lo qué haces en tu tratamiento, te dejo los siguientes: (hay muchos más)
- Audio para ayudarte a sobrellevar un ataque de pánico. Escucha aquí el audio.
- Ejercicio de relajación muscular para cuando la ansiedad y el miedo te generan una agobiante tensión muscular. Escucha aquí esta meditación en su versión breve.
- Audio guía para meditar en aquellos momentos en que las preocupaciones no te dan tregua. Escucha aquí este visualización.
- ¿Te preocupan los síntomas físicos que te produce la ansiedad? En este video te cuento qué síntomas pueden ser producto de la ansiedad. Aquí tienes el video.
¿Es la primera vez que sientes este miedo al salir da casa?
¿Si?, entonces si es la primera vez que te enfrentas al miedo de salir o de exponerte a situaciones en las que crees que estás corriendo peligro, y es la primera vez que sientes un ataque de pánico ante la perspectiva de asistir a un determinado lugar, entonces quiero que te quedes leyendo hasta el final este blog. Mi intención es describir qué emociones y sensaciones puede llegar a experimentar, cómo puedes ayudarte para no abandonarte completamente al miedo y asegurarte que, con la ayuda el tratamiento adecuado, volverás a sentirte como una persona perfectamente capaz de enfrentarse a determinados espacios que, aunque incómodos, no son paralizantes.
Lo primero que quiero dejarte claro es que la Agorafobia, puntualmente, no sólo se limita al miedo de salir de casa. La Agorafobia se presenta también en aquellos casos en que temes hasta el punto de evitar por completo cualquier situación que te cause algún aumento en tu nivel de ansiedad. Estas situaciones pueden ser:
- Ir al cine o al teatro.
- Ir de compras a un supermercado o un centro comercial.
- Montarse en un ascensor.
- Viajar en autobús, tren, avión o barco.
- Salir a la calle.
- Quedarse solo en casa.
- Ir a un gimnasio a realizar ejercicio.
- Entrar a un baño sauna o turco.
- Montar en atracciones con alto grado de adrenalina.
- Tener relaciones sexuales.
- Asistir a espectáculos deportivos.
- Ver películas de terror.
- Beber alcohol.
Todas estas, y algunas otras que pueden quedarse entre el tintero en este momento, son actividades o situaciones que si estás presentando agorafobia vas a querer evitar a toda costa.
La Agorafobia hace que tu vida se angoste cada vez más, empiezas por no querer salir de casa a fiestas, luego no eres capaz de ir a tu trabajo sin tener ataques de pánico, cuando te das cuenta evitas más del 80% de las cosas que te hacían feliz.
Ahora, puede que tu caso no sea simplemente que temas ir a algunos de estos lugares/situaciones porque sí, sino que sea una consecuencia de estos dos últimos años de pandemia en los que nos hemos acostumbrado a permanecer encerrados, a reducir nuestras interacciones sociales al máximo y evitar espacios cerrados sin una apropiada ventilación. Puede que hayas interiorizado tan bien las buenas prácticas y el distanciamiento social, que ahora, que vuelve a ser tiempo de volver al trabajo, no porque lo deseas sino porque tu compañía o jefes así te lo exigen; o porque te encuentras siendo invitado a más eventos sociales que antes y tu familia y amigos empiezan a notar que hay algo que te preocupa más allá que el simple temor a enfermarte; y entonces no logras poner un pie fuera de casa, o en el edificio de oficinas en el que trabajas, o en el lugar en el que has quedado de encontrarte con tu familia o amigos sin que experimentes un miedo intenso que llega a convertirse en algunas ocasiones en ataques de pánico.
Cuando estás experimentando temor de enfrentar determinadas situaciones o espacios lo más probable es que experimentes algo de lo que te describiré a continuación:
1. Ansiedad Anticipatoria:
Antes de enfrentar el momento, el miedo te atrapa porque crees intuir exactamente lo que pasará. Y esa intuición no es en lo absoluto positiva. Esta anticipación de que algo terrible pasará es la que te lleva a sufrir de ansiedad y miedo y la que dispara los ataques de pánico a medida que se acerca el momento que has temido. Si quieres profundizar en este tema te recomiendo la siguiente #MiniTerapia, mírala haciendo clic aquí.
2. Miedo al miedo:
Sientes temor de verte expuesto ante los demás en una situación en la sientes mucho miedo, miedo que por supuesto se manifiesta de forma física en tu cuerpo. Algunos de los síntomas del miedo pueden ser:
- Debilidad en las piernas.
- Tensión alta.
- Visión borrosa.
- Malestar intestinal.
- Dolor y tensión muscular.
- Sensación de nudo en el estómago o en la garganta.
3. Ataques de Pánico:
Un ataque de pánico se presenta cuando experimentas un intenso miedo, terror o malestar producto de la idea de que estás en peligro o que enfrentas una catástrofe inminente, así que debes escapar. Generalmente, quienes experimentan un ataque de pánico, sienten palpitaciones, mareos, dificultad para respirar, sudoración, temblor de manos, miedo a perder la cordura, miedo a perder el sentido y miedo a la despersonalización (perderse a uno mismo) y desrealización (irrealidad). Si quieres saber más sobre ataques de pánico te recomiendo ver este video: Ataques de Pánico ¿Cómo manejarlos?, en el que te cuento en qué consisten y te doy algunas herramientas para ayudarte a manejarlos. Y si no entiendes bien de qué se trata la desrealización y quisieras saber en qué consiste este síntoma, en este video de YouTube encontrarás la información que buscas.
Si estás empezando a experimentar alguno de estos síntomas, debo decirte que no disminuirán hasta que no hayas realizado un tratamiento que te permita entender y superar el miedo que te produce la idea de verte expuesto a determinadas situaciones y circunstancias.
¿Cómo manejas los niveles de ansidad?
Muchas personas desarrollan conductas defensivas que les ayuda de una manera u otra a apaciguar y «controlar» la ansiedad o el pánico que les produce el verse expuestos. Podrías, por ejemplo, empezar a sentarte siempre en la primera fila, en el asiento más cercano a la salida de emergencia, de un cine o un teatro al que asistes.
Están también otros métodos un poco más «rústicos» pero muy perjudiciales para tu salud como por ejemplo: doparse completamente para poder subir a un avión, o ir al dentista, y lo puedes hacer con medicamentos farmacéuticos o con alcohol.
También podrías dejar de asistir a lugares en los que no haya alrededor un hospital o centro de atención de salud primaria al que puedas acudir rápidamente en caso de que tus peores temores se hagan realidad. Otra cosa que puedes hacer es aferrarte a algún tipo de amuleto, que te funcione como un objeto tranquilizador y sin el cual serías incapaz de ir a ningún lado.
Otro mecanismo de defensa o de supervivencia que podrías llegar a desarrollar son las llamadas conductas evitativas y estas consisten en evitar cualquier situación que aumente tu nivel de ansiedad ya sea buscando a alguien que pueda ir por ti a los lugares que deseas evitar, es decir, siempre encuentras quien haga las compras por ti, o quien pague los recibos en tu lugar, los domicilios te permitirán recibir en casa casi cualquier cosa y los amigos y familia siempre serán bienvenidos en tu casa con tal de que no tengas que ir a la de ellos.
Las conductas defensivas y evitativas parecen ayudarte y sientes como tu ansiedad baja, sin embargo te mantienen atrapado en el ciclo de la ansiedad, ya que no lo debilitan por el contrario, lo hacen cada vez más fuerte.
En fin, conductas defensivas y evitativas para intentar disminuir los síntomas de la ansiedad y el pánico, que corto plazo lo logran pero a largo plazo lo amplifican. Puede que incluso ya estés empezando a utilizar algunas de estas, que se sientan y aparenten ser muy comunes, viajar siempre en carro particular y evitar el transporte público a toda costa, por ejemplo. ¿Pero qué tan eficaces realmente son este tipo de conductas? ¿Qué tan realistas son a la hora de poder llevarlas a cabo siempre? La realidad es que unas son más eficaces que otras, y algunas perderán su poder tranquilizador haciendo que con el tiempo aumente la sintomatología y molestia.
¿Qué tanto deseas ir por la vida necesitando siempre de esta defensa externa o evitando para poder vivir tranquilamente?
Lo más probable es que, si estás leyendo esto y buscando material que te ayude a entender lo que estás experimentando en este momento, es porque deseas poder experimentar tu vida a plenitud, sin miedo a un futuro aterrador y que aunque crees que existe, no se da, pero sí te cierra a la posibilidad a vivir nuevas experiencias: un nuevo trabajo, un viaje, visitar una exposición de arte que te guste, el talento musical de tu artista favorito, poder seguir tus sueños o el amor en otra ciudad… La lista de nuevas posibilidades a las que no tendrías acceso es infinita.
La Agorafobia, incluya o no ataques de pánico, necesita diagnóstico y tratamiento psicológico y mejor antes que tarde. Porque no es una enfermedad que se quede en el mismo nivel, como muchos otros trastornos mentales, irá modificándose con el tiempo, ocupando más y más espacio en tu mente y en tu vida, hasta que sea completamente parte de ti.
Buscar ayuda profesional es lo mejor que puedes hacer si tienes dudas sobre lo que estás experimentando y la importancia que está empezando a tomar en tu cotidianidad. Quieres mi ayuda profesional haz clic AQUÍ.
Maggie